Sandy; sin noticias de Cuba.

Por Aleida Godínez

Cuando salí del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana el último día de octubre de 2012 rumbo a Roma estaban muy frescas las huellas desgarradoras que dejó a su paso el Huracán Sandy y que cambió negativamente la geografía de una parte de la zona oriental de mi país. Y que para suerte nuestra ya casi volvió a la normalidad. Acostumbrada como estoy en Cuba a acudir a las imágenes televisivas para constatar cuanta desgracia dejó a su paso, sintonicé todos los televisores que encontré a mi paso por Perugia, Milano, Firenze, Lombardía, Liguria y otras ciudades de Italia. Encontré una variada gama de canales en los que pasaban programas de toda índole aunque casi toda bajo la óptica del consumismo. Buscaba y buscaba sin detenerme tratando de encontrar algún indicio que me permitiera conocer mejor la difícil situación por la que atravesábamos los cubanos en aquellos días aciagos.

Cual fue mi mayor sorpresa: ¡La TV Italiana solo comenzó a trasmitir por menores de Sandy luego de su paso por las costas estadounidenses! Era como si todo el Caribe que sufrió su indeseable furia ni tan siquiera apareciera en un mapamundi. Me quedé triste, muy triste por tanta indiferencia ante una situación humana desgarradora en la que las ideas políticas para nada deben contar pues se trataba de seres humanos, de aquellos seres humanos a los cuales, según los teóricos occidentales en Cuba no se les respetan sus derechos. Sufrí entonces el vacío de información, el tan criticado por profesores de caras muy duras de la concitada Universidad Internacional de la Florida, la rimbombante Universidad en donde me enseñaron la importancia de la noticia, de su seguimiento. Aunque también me enseñaron a mentir sobre ellas. No puedo afirmar que comprendí entonces cuan mentirosa es su política de “haz lo que yo digo y no lo que yo hago! Yo lo sabía desde el primer día en que me reuní con políticos y (anti) diplomáticos yanquis en mi Habana. Mi desesperación halló consuelo a mi paso por una librería de la ciudad de Verona en que me atreví a preguntar a un señor que como yo estaba interesado en cierto libro, motivo por el que nos acercamos; le pregunté si el sabía, si escuchó la radio o vio en la Tele algo sobre el ciclón y si había mas fallecidos a su paso por Cuba y este me dijo en tono doloroso: ¡Ay señora es que los muertos cubanos no significan nada para esta prensa, solo les importa aquellos que murieron en Estados Unidos! Y le riposté; ¿Pero hablaron sobre algún plan de ayuda a los más necesitados y evacuación para preservar sus vidas? Me miro con cierto aire de burla que traslucía su mirada y me respondió con una pregunta: ¿De que mundo usted ha llegado? De Cuba señor, de Cuba le dije; de una pequeña isla bloqueada y asediada por el imperio del norte donde el centro de su proyecto social es el ser humano. ¡! Qué bueno, Viva Cuba! me expresó emocionado como si los dos habitáramos solos en la tierra. Ahora, a principios del 2013 vino el afamado cantante y compositor italiano Zucchero a La Habana y justamente estaba acá mi amigo Franco quien dando saltos de alegría se fue a verlo porque…es muy costosa la entrada para ver su espectáculo en su Italia. Entonces sí se habló de Cuba, pero fue gracias a la honestidad y la voluntad del artista que siempre recibiremos con mucho amor.

Desde Milano el colega y amigo Marzio Castagnedi de Radio Città Aperta me hizo llegar este trabajo que quiero compartir con ustedes hoy. “ En la noche del jueves 10 de enero, en el canal RAI 2 de la televisión italiana, se ha transmitido el gran concierto realizado en el parque del Instituto Superior de Arte ISA el día 8 de diciembre pasado por el cantante y compositor rock-blues italiano "Zucchero" Fornaciari, muy popular en Italia y además conocido en el mundo. El espectáculo fue muy lindo lleno de buena música y calor humano, gracias a la presencia de por lo meno 80 mil cubanas y cubanos. El programa, hecho por la tv italiana, fue limitado al grupo de Zucchero, además compuesto en gran parte de músicos cubanos empezando por el famoso baterista Horacio "el negro" Hernández. El rockero italiano presentó varias piezas ya muy conocidas de su repertorio antecedente, acompañado de una manera extremadamente eficiente por la orquesta de alto nivel, pero además estrenó nuevas canciones con nuevos arreglos como la mundialmente conocida “Guantanamera" con los versos poéticos de José Martí. También se escucharon otras canciones de matriz latinoamericana y Zucchero cantó una emocionante "Ave María" dedicada a las poblaciones golpeadas por el huracán Sandy en las provincias de Santiago, Holguín en el pasado fin de octubre. Zucchero al respeto añadió hablándole al publico y a las cámaras, de como había sido vergonzoso que las televisiones italianas, mientras hablaron por semanas del huracán Sandy golpeando la costa norte-este de Estados Unidos, casi nunca dijeron de los antecedentes graves daños acontecidos en el Caribe y en Cuba. El éxito del concierto ha tenido un espectacular resultado en la tv italiana, le ha gustado mucho al público. Además porque cada dos o tres piezas musicales Zucchero contaba y enseñaba comentando vistas y panoramas de la ciudad de La Habana, de los monumentos, del malecón con su gente, de las calles y avenidas dando informaciones y noticias sobre la fascinación caribeña, el clima tropical y las características típicas del pueblo cubano con su alta presencia de dignidad y cultura. Y no solo como una muestra de capital mundial de la música. Por la variedad de músicas, cantos, bailes, imágenes de la ciudad y de su gente han conllevado al público italiano muy buenas impresiones y muy agradables sensaciones artísticas, humanas y sociales. Un rotundo éxito sin duda, la presentación de este concierto habanero en la televisión italiana. Se podría afirmar que el verdadero evento (en el evento) ha sido la misma programación del concierto cubano en la tv italiana. Nunca antes se vio algo similar en nuestras pantallas. El mismo gran concierto por la Paz del 20 de septiembre 2008 en la Plaza de la Revolución frente a un millón de espectadores que fue difundido en varios países, fue completamente ignorado por las tv italianas. Conversando casualmente a un convenio en estos días con el cónsul general en Milán, compañero Eduardo Vidal, estuvimos de acuerdo que de cualquier forma la transmisión del gran concierto de Zucchero en La Habana iba a constituir un hecho importante no solo artístico y musical sino también social e informativo. Y también muy favorable para Cuba y su capital. O sea, es decir que la muy pesada e incorrecta información que la prensa y las tv italianas "brindan" siempre sobre ( y en contra) de Cuba en varios programas periodísticos y en los noticieros, por una vez ha sido por lo menos natural y las sencillas imágenes han hablado. Porqué, para finalizar ese discurso, las noticias y los comentarios sobre Cuba que nuestro sistema informativo ofrece al publico italiano, es casi siempre fuertemente negativo y mucho más que critico, sino fraudulento. Por eso la misma noticia de la programación del concierto hubo reacciones de sorpresa y novedad. Hay que darle las gracias a la sensibilidad y ternura de Zucchero Fornaciari que realizó una especie de milagro, no solo como gran personaje de música y canto sino de alto nivel de sensibilidad humana y social. Ultima nota muy curiosa, son cosas que pasan en la tv italiana. En otro canal no de la RAI, sino privado de la tv "La 7", dieron por más de dos horas en vivo en encuentro-choque entre Berlusconi y un periodista contrario. Como previsto le "entrevista" se mudó en una especie de farsa tragico-comica con broncas, malas palabras y griterías. Berlusconi llegó a limpiar, de manera muy evidente, con su pañuelo la silla sobre la cual antes se había sentado el periodista progresista! Y todo eso ha sido un "espectáculo" con alto nivel de televidentes, hasta 8 millones de personas. Así son las cosas en Italia. Gracias Zucchero y gracias Cuba por el concierto y las imágenes de lugares y gente. Gracias por esta pausa tan agradable y saludable en el actual caos de la información y sociedad italiana.